Producto

Nuestra clientela sabe que es la carnicería lo que nos define, y todo lo demás lo que lo rodea. Trabajando solo producto de primerísima calidad, que varía según la época del año.

Con el mismo respeto los cortes y animales más humildes, que los bocados más exquisitos. En nuestra carnicería podrás encontrar desde pollo de corral, hasta carne madurada, pasando por aves de caza y cerdo y por supuesto Ternasco de Aragón.

Trabajamos con muchas Denominaciones de Origen e Indicaciones Geográficas protegidas porque son sinónimo de calidad.

Y si buscas alguna cosa concreta para alguna ocasión especial no dudes en preguntarnos porque también trabajamos por encargo gran variedad de carnes y cortes que no lucen a diario en las cámaras del mostrador.

El mejor jamón de Teruel cortado a cuchillo y envasado al vacío. Así de cuidada es nuestra charcutería. Da gusto perderse en el aroma de la cecina de León, de la sobrasada Mallorquina, de la mortadela italiana y del chorizo que con tanto amor secan en Mora de Rubielos. Mención a parte merecen los quesos, una selección nacional cuidadosamente elegida y acompañada por los principales quesos internacionales a los que cualquier amante del género rinde devoción (Compté, Parmigiano Riggiano, Gorgonzola, auténtico Cheddar inglés, Stilton, Ossau…). Ponerse delante de este mostrador hace dudar hasta a la persona que viene con las ideas más claras.

Una selección de caldos divertida, original y sobre todo representativa del territorio regional y nacional. Pregúntanos si te apetece regalar o simplemente dejarte aconsejar y probar algo nuevo. Aunque en nuestra vinoteca los tintos y blancos son protagonistas, siempre hacemos hueco para espumosos, sidras y algún vermú especial. Porque somos muy conscientes de que la buena comida se convierte en manjar además de disfrutarla en compañía de un buen vino y un buen amigo.

Alguna señora en el barrio pasa nuestras albóndigas como propias, y nuestra lasaña trasciende ya la frontera de la avenida de San José. También es reconocido el adobo de las costillas, y en Navidad todas nuestras aves rellenas ponen de acuerdo a familias enteras. Qué decir de las hamburguesas de pollo y espinaca un lunes, de vaca vieja una fiesta de guardar. Disfrutamos haciéndolas a mano, sin trampa ni cartón, solo cariño e ingredientes de calidad. «Tú mete bueno, y sacarás bueno» que decía mi abuela, en nuestros elaborados, y en la vida en general.

Conservas del mar, y de la tierra. Lo que nos gusta abrir una lata o girar la rosca de un bote. Las conservas que viven en nuestras baldas son tan socorridas como deliciosas: mejillones de una pequeña conservera gallega, bonito en un escabeche extra suave, panderetas de anchoa del cantábrico, las mejores verduras de la huerta de Tudela, los botes de legumbres de Rosara… para poder ofreceros tan ilustre selección hemos probado muchísimas y os podemos asegurar que en nuestras estanterías no hay un gramo en balde.

A nadie le amarga un dulce, y mucho menos si te hace viajar a la infancia como las tejas y los cigarrillos de Tolosa, o las galletas de mantequilla. Porque nosotros siempre hacemos hueco para el postre, pero es que nos gusta seguido de un buen café, y una larga sobremesa. Una en la que caben turrones, pastas de almendra o frutas de Aragón. Queridos laminemos, en Carnicería Belloc estamos con vosotros a fuego.